La magnitud de una inundación provocada por procesos de origen meteorológico depende de la intensidad de las lluvias, de su distribución en el espacio y tiempo, del tamaño de las cuencas hidrológicas afectadas, de las características del suelo y del drenaje natural o artificial de las cuencas. La base de datos histórica indica que en El Salvador se han registrado más de 2,100 eventos de inundación a lo largo de un siglo. De los eventos de inundación registrados entre 1900 y 2012 se encuentra que las causas más comunes son las lluvias (61% de los eventos históricos), las depresiones tropicales (19%), los huracanes (10%) y tormentas tropicales (6%).